El amor hacia los hijos no es una experiencia universal
En ocasiones les lleva años a los hijos e hijas de estos padres aceptar que no han sido queridos, los que no lo hacen se mantienen enredados en una lucha por el amor, la aceptación o la venganza perdiendo gran parte de sus años de adultos en ello.
Aunque se diga que el amor de los padres, sobre todo la
madre, es el único incondicional y genuino que se va a tener, la realidad es
que hay madres y padres que por diferentes circunstancias no consiguen amar a
su hijo o hijos. Puede ser que sólo se de este desamor con uno sólo de los
hijos o que la incapacidad de amar sea tan grande que se extienda a todos y
cada uno de sus hijos y/o hijas.
Por más que se insista, la maternidad y la paternidad no
confiere dones especiales; estos roles lo llevan al cabo personas que tienen su
propia historia de carencias, limitaciones, enfermedades mentales, etc., que
les impedirán cuidar, proteger y amar a un hijo/a. Se es hijo/a de la persona
que desempeña el rol, no de la figura mítica que se ha elaborado en base a una
capacidad reproductiva que en sí misma no requiere ninguna cualidad especial.
Los hijos y las hijas que no han sido amados lo intuyen pero
no cuentan en el exterior con muchos
asideros para explorar sus sospecha, imposibilitándose
de esta manera, comenzar el proceso de ordenar su propia historia de vida, sus
sentimientos, su definición de sí mismos y validar ellos/as mismos/as su
existencia.
El aceptar que no se fue amado/a por los progenitores puede
ser un camino en un inicio doloroso, rabioso, y a la vez certero; es tener la
posibilidad de ver con claridad un sinfín de situaciones que desde la
perspectiva del desamor tienen sentido, liberando de esta forma al niño/a, al
adolescente y al adulto/a de creerse malo/a, incompetente, indigno/a. Libro: Padres Tóxicos
Las razones por las que no se ama a un hijo /a son
múltiples, de principio es entender que el rol en sí mismo, no da la capacidad
de amar, aunque haya voces que se empeñen en decir lo contrario. Si se desmitificara
la maternidad, sería posible que más y más mujeres pudieran expresar
abiertamente su frustración o imposibilidad de apegarse a su/sus hijo/os y tal
vez así, expresándolo, poder recibir alguna orientación para mejorar y
estrechar los lazos con su hijo/a. Libro ¿Existe el instinto maternal?
De igual manera, es fundamental comenzar a fomentar el apego de los padres hacia sus
hijos/as; la crianza es una labor extenuante para una sola persona, la falta de
participación constante y activa de los
hombres propicia que mucho del trajo educativo lo lleven al cabo solamente las mujeres, aún estando acompañadas por el
padre (Investigaciones recientes comienzan a considerar que muchas madres
padecen el fenómeno de burn out con la labor de crianza ).
Si eres madre o padre y sientes que no logras amar a tu o
tus hijo/a, busca ayuda, el amor se puede construir.
Si eres un hijo/a que considera que no ha sido amado por
algunos de sus padres, atrévete a explorar esa idea.