domingo, 12 de febrero de 2017

Padres y madres que no aman a sus hijos/as






El amor hacia los hijos no es una experiencia universal



En ocasiones les lleva años a los hijos e hijas de estos padres aceptar que no han sido queridos, los que no lo hacen se mantienen enredados en una lucha por el amor, la aceptación o la venganza perdiendo gran parte de sus años de adultos en ello.
    Aunque se diga que el amor de los padres, sobre todo la madre, es el único incondicional y genuino que se va a tener, la realidad es que hay madres y padres que por diferentes circunstancias no consiguen amar a su hijo o hijos. Puede ser que sólo se de este desamor con uno sólo de los hijos o que la incapacidad de amar sea tan grande que se extienda a todos y cada uno de sus hijos y/o hijas.
     
      Por más que se insista, la maternidad y la paternidad no confiere dones especiales; estos roles lo llevan al cabo personas que tienen su propia historia de carencias, limitaciones, enfermedades mentales, etc., que les impedirán cuidar, proteger y amar a un hijo/a. Se es hijo/a de la persona que desempeña el rol, no de la figura mítica que se ha elaborado en base a una capacidad reproductiva que en sí misma no requiere ninguna cualidad especial.

        Los hijos y las hijas que no han sido amados lo intuyen pero no cuentan  en el exterior con muchos asideros para explorar  sus sospecha, imposibilitándose de esta manera, comenzar el proceso de  ordenar su propia historia de vida, sus sentimientos, su definición de sí mismos y validar ellos/as mismos/as su existencia.


El aceptar que no se fue amado/a por los progenitores puede ser un camino en un inicio doloroso, rabioso, y a la vez certero; es tener la posibilidad de ver con claridad un sinfín de situaciones que desde la perspectiva del desamor tienen sentido, liberando de esta forma al niño/a, al adolescente y al adulto/a de creerse malo/a, incompetente, indigno/a. Libro: Padres Tóxicos

    Las razones por las que no se ama a un hijo /a son múltiples, de principio es entender que el rol en sí mismo, no da la capacidad de amar, aunque haya voces que se empeñen en decir lo contrario. Si se desmitificara la maternidad, sería posible que más y más mujeres pudieran expresar abiertamente su frustración o imposibilidad de apegarse a su/sus hijo/os y tal vez así, expresándolo, poder recibir alguna orientación para mejorar y estrechar los lazos con su hijo/a. Libro ¿Existe el instinto maternal?
     De igual manera, es fundamental comenzar a  fomentar el apego de los padres hacia sus hijos/as; la crianza es una labor extenuante para una sola persona, la falta de participación constante y activa  de los hombres propicia que mucho del trajo educativo lo lleven al cabo solamente  las mujeres, aún estando acompañadas por el padre (Investigaciones recientes comienzan a considerar que muchas madres padecen el fenómeno de burn out con la labor de crianza ).
       
    Si eres madre o padre y sientes que no logras amar a tu o tus hijo/a, busca ayuda, el amor se puede construir.


    Si eres un hijo/a que considera que no ha sido amado por algunos de sus padres, atrévete a explorar esa idea.