jueves, 18 de mayo de 2017

CÓMO HACERLE ENTENDER QUE SE ACABÓ

No suele ser fácil romper una relación y mucho menos aceptarlo.
Cuando has decidido que la relación no va a más es importante que lo digas con la mayor amabilidad y tacto. Cómo lograrlo:

1. No hay momentos adecuados

No existe la hora de la anestesia para que a la otra persona no le duela. Tampoco habrá el momento para que no te sientas incómodo al decir que ya quieres romper.
El buscar el momento "adecuado" te va a llevar a postergarlo hasta que en un momento de enojo lo revientes en la cara del otro.
Asume que el amor inevitablemente nos vulnera y que, aunque fantaseemos que nunca jamás nos deberían de lastimar, apostar por establecer una relación nos expone a que nos dejen de amar o a dejar de amar; así es, nos guste o no.
Hazle saber que tienes algo que compartirle; algunas veces citarse en un lugar público les da la oportunidad de contener la emocionalidad, o bien de no verse atrapados en una situación incómoda. Decirlo antes de acostarse y después irse a dormir juntos puede resultar desagradable y confuso.


2. Ahora sí le diré lo que he callado

La mejor forma de evitar daños innecesarios es no hacer una lluvia de reproches para justificar tu decisión de romper.
Posiblemente tu determinación de ponerle fin a la relación resulta de una serie de situaciones que te han desilusionado o herido,o simplemente se te acabó el enamoramiento.
En ambos casos, antes de terminar debes tener bien claras las cosas para ti, recuerda que el romper una relación no te hace una mala persona, te repito, al decidir establecer una relación amorosa, todxs estamos expuestos a que nos dejen de amar o a dejar de hacerlo.
Hablar de lo que se hizo mal o no se hizo en la relación está ya de más pues tu decisión  está tomada, no tiene caso ponerlo sobre la mesa de nuevo,  puede propiciar que terminen en una agria discusión y que al final te sientas tan avergonzadx o culpable de las cosas desagradables que dijiste que consideres no terminar para reparar el daño ocasionado.
Ensaya antes lo que dirás, suena loco pero no lo es, puedes escribirlo y leerlo, obien, dilo    frente al espejo para que veas tu gesticulación.
Si la otra persona te pide explicaciones o busca entrar en una discusión, mantén la calma, recuerda que está procesando la información. Puedes darle algunas explicaciones pero si ves que están entrando en un círculo vicioso, sugiere que lo hablen en otro momento para darle así a la persona que vaya asumiendo la nueva situación.

3. No quiero parecer insensible 

Posiblemente quien para ti ya es tu futuro EX te insista en "solucionar" el problema, no acepta la ruptura, suplica, llora, te propone ser amigos, se enoja, amenaza y llora nuevamente. 
Por un lado podrías secretamente sentirte halagado. La vanidad del ego te seduce y comienzas un peligroso juego en el que mantener la incertidumbre te otorga beneficios, en el que más temprano que tarde se va a producir un lamentable desencuentro o te verás de nuevo enredada en una relación en la que ya no quieres estar.
Por otro lado, tus problemas con los límites y tu tendencia a hacerte cargo de los estados emocionales de tu pareja, porque tienes el infantil terror de no ser malx, te llevarán a dar mensajes ambiguos. Seguirás contestando llamadas y mensajes, incluso aceptarás ser la "amiga" de tu ex y saldrás al cine a comer, tal vez aceptes tener sexo con el/ella; y sin saber cómo, ya estás enrolada otra vez en la dinámica de pareja de la que habías manifestado querer salir. 
Recuerda, la otra persona está en un estado alterado, cualquier manifestación de amabilidad la pudiera interpretar como una posibilidad de reparación; lxs amantes buscan las señales que confirmen su amor, si no tienes claro cuál es tu nuevo papel en la vida de tu EX vas a verte envuelto en muchos malos entendidos.



                       
    

4. Mi nueva realidad 

Romper tu relación suele propiciar un cambio en tu vida, dependiendo del tiempo, los compromisos y obligaciones adquiridas en conjunto y otro tipo de implicaciones que existan entre ambas partes, serán los asuntos que en primera instancia deberás reflexionar, considerando como vas a desvincularte en cada uno de ellos, o bien, bajo que nuevos términos se mantendrá el contacto.
Requieres comprender que al terminar la relación se liberan ambas partes. Es realmente difícil, sobre todo cuando uno aún tiene la esperanza de regresar, que sigan viéndose todos los días, sean socios de negocios o compartan la casa; tarde o temprano podría estallar un acceso de celos, las preguntas de "qué vas a hacer" o " con quién estás" están cargadas de significado.
Al hablar con tu pareja para expresarle que das por terminada la relación deberás, de ser posible, mencionar la manera de desvincularse también en lo económico, social, profesional, etc., hacer una propuesta de como acordarían la convivencia con los hijos, la salida de una de las partes de casa, etc.
Mantener la incertidumbre y las ambigüedades sobre estos temas, sólo darán paso a mayor malestar y sufrimiento. Al ser tú quien desea salirse de la relación te tocará abrir estos asuntos, hacer propuestas y ser congruente con tus acciones


   



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